16.8.11

Quemar la muerte


Hoy es el día de los difuntos en Japón al que llama O-bon. Este año, por razones evidentes, es una celebración especial. Pese a todo no es una fiesta triste, sino que se entiende como un reencuentro con los antepasados, que se dice que vuelven al mundo de los vivos en estas fechas. Para eso se hacen fiestas y bailes y se procura estar alegre, para que los muertos no se entristezcan en su regreso. En Kioto se celebra el O-bon de una forma peculiar. En algunas de las montañas que rodean la ciudad se queman las tablillas con oraciones que se colocan en las tumbas. Con estas hogueras se hacen unos dibujos de toriis y de kanjis. Son cinco en total, pero desde nuestro punto de vista solo podemos ver tres (dos kanjis que significan "grande" y un torii). Ha habido alguna polémica que no hemos entendido del todo en televisión, con algo referente al cesio radiactivo en las maderas...
He ido a comprar al supermercado y al volver con la bicicleta cargada he notado mucho ruido de gente y he visto a demasiadas personas haciendo cola para subir en el ascensor. Al llegar arriba me encuentro a mucha gente en la galería de el bloque. Han venido de todas las plantas y, sospecho, de las pequeñas casas que nos rodean. Ahí van unas fotos.











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