6.5.12

Gneisenau

Maniobras de salvamento del Gneisenau
Anoche asistí como selecto invitado al estreno privado de un cortometraje titulado Gneisenau. Casi todos los malagueños conocen la historia de este barco y lo que le pasó en Málaga.  La cuento para los que no lo son o lo desconocen. El resto se puede saltar los dos siguientes párrafos.
El 16 de diciembre de 1900 la fragata S. M. S. Gneisenau estaba fondeada en la bahía de Málaga. Este barco de vapor y velas de 75 metros de eslora (largo) y 14 de manga (ancho) llevaba 457 tripulantes y era el buque escuela de la Alemania del káiser Guillermo II.  Se acercó un temporal de levante y las autoridades portuarias invitaron al comandante Kretschmann a meter el barco en el puerto. No se sabe si por temeridad o por soberbia el comandante declinó la invitación y se quedó en mar abierto a poca distancia del espigón de levante.  Pensaría que un barco que había dado la vuelta al mundo (por cierto, estaba en el puerto de La Habana el día que se explotó el famoso Maine norteamericano) resistiría la pequeñas olas del casi lago que es el Mediterráneo.  Se equivocó.  El temporal rompió las anclas, no hubo tiempo para poner en marcha las máquinas y el Gneisenau se estrelló contra las rocas. Los vecinos de Málaga, sobre todo los humildes pescadores del barrio de la Malagueta salieron con sus jábegas y salvaron a casi toda la tripulación.  Otros lanzaron cabos desde tierra y muchos marinos escaparon desde los mástiles que no se habían sumergido.  El balance final fue de 47 tripulantes (incluido en comandante Kretschmann) y 12 ciudadanos de Málaga muertos.
Las consecuencia de este hecho fueron dos. Una, que la regente María Cristina concedió a Málaga el título de "muy hospitalaria", que reza desde entonces en el escudo de la ciudad. Dos, que tras la riada de 1907, el pueblo alemán regaló a la ciudad un puente que se colocó sobre el río Guadalmedina y que desde entonces se conoce como el Puente de los Alemanes.
Pues bien, esta bonita y trágica historia ha servido para que la productora MangaAncha (low cost productions) haga el cortometraje a cuyo estreno asistí ayer.  Está dirigido y musicado por Antonio Meliveo,   uno de los mejores compositores de bandas sonoras cinematográficas, televisivas y teatrales de España (El camino de los ingleses, Plenilunio, Solas, Padre coraje...). El equipo de MangaAncha lo completan el actor y director Fernando Jiménez y el director de cortos (y sin embargo mi hermano), Rafa Montilla.
El resultado es espectacular e hipnótico con una sabia mezcla de inocencia, tragedia, violencia y solidaridad. Pero hasta aquí puedo leer/escribir. Resulta pelín angustioso hablar de algo que los demás no pueden ver y de lo que apenas puedo contar nada por petición expresa de la productora.  Todavía no está disponible en ningún formato para el público.  Tampoco está en la red.  En breve comenzará el via crucis de los concursos y festivales.  Si asisten a uno de ellos, no dejen pasar la oportunidad de comprobar lo que les cuento.  La fotografía, la música, los efectos sonoros, el montaje, los actores y la dirección artística no les defraudarán.  Si no es así, les devuelvo su confianza.

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