31.7.12

Librito recomendado

Haikús zen (poemas y cartas) Natsume Soseki


La editorial Centellas ha publicado este librito de Soseki, que es mucho más conocido como novelista.  Se trata de una encantandora colección de haikus y fragmentos de correspondencia que mantuvo con algunos monjes.
Soseki abordó el estudio y la práctica del zen sin mucho éxito.  Luego viajó a Inglaterra y más tarde fue profesor de la Universidad de Tokio, profesión que abandonó por la escritura.  Se ve que el zen exige mucho, al menos como práctica sistemática, aunque hay quien dice que se puede ser zen en cualquier tiempo y lugar. Cualquiera sabe.  Lo mismo esto que escribo es un poco zen y lo ignoro.
Ahí van algunos fragmentitos de este librito:
- "No profeso ninguna religión específica, pero apreciaría mucho un sutra cantado por un noble sacerdote zen que me honre con su atención".

- Bajo el ciruelo
se encuentran y se cruzan
sin decir nada.

- La mariposa loca
que juega con las flores
honra a los difuntos.

- Lluvia de primavera:
pegados uno a otro
bajo el paraguas.

- Discurso de Soen Shaku, monje zen, tras la muerte de Soseki:
"No sé mucho de Soseki, pero creo que fue un hombre dotado de un espíritu zen natural. Su estudio del zen fue poca cosa, pero parecía haber tocado la raíz del budismo y de la filosofía oriental. Se considera que "buscar el cielo, abandonar el yo" fue su lema los últimos días de su vida, y este es obviamente el principio básico del budismo mahayana".

30.7.12

Identidades asesinas

No ignoro que el título de esta entrada es el de un ensayo de Amin Maalouf, escritor originario del Líbano, un país donde saber quién es uno y quiénes son los suyos fue (y sigue siendo) un asunto vital en el amplio sentido de la palabra. Piensa Maalouf que la identidad es algo nocivo y artificial que acarrea separatismo y violencia.
Esta mañana durante un paseo filial me he encontrado con esta pintada hiperbólica que refleja semejante manera de enfrentarse al mundo (dicho esto con todas las segundas posibles).


Hay dos explicaciones. Una es que el grafitero sea un fan de la poesía de Vicente Aleixandre y considere que, como Málaga es la Ciudad del Paraíso, fuera de ella solo existe la muerte y el acabose. La otra es que el dueño del espray sea una especie hooligan boquerón. Ustedes escojan, pero yo tengo mis sospechas, (basadas mayormente en la falta de tilde de la primera sílaba de "Málaga", que, aunque vaya en mayúsculas, hay que colocársela).
Los espectáculos deportivos fomentan el nacionalismo, el regionalismo, el "ciudadanismo" (no confundir con la ciudadanía), el "barrismo", el egoísmo... En los Juegos Olímpicos las televisiones cubren preferentemente los eventos en los que hay alguna posible medalla para traerse al suelo patrio. Se dijo que la ceremonia de inauguración fue demasiado "británica". ¿Qué se esperaba de un país que cuando hay niebla en el Canal de la Mancha dice que el continente ha quedado aislado?
En el desfile de los países que participan 1 me llamó la atención la existencia de un equipo olímpico, es decir, unos atletas (tres creo que eran) que no pertenecen a ningún país por razones administrativas seguramente muy aburridas.  Me pregunto por qué no son todos los participantes así, participantes a secas, gente que va, corre, pega saltos gigantescos, rema, dispara o lanza venablos sin matar animales. Luego se sube a un cajón y coge su medalla.  Si quiere, como mucho, se le pone una canción que le guste para adornar el acto, algo de Madonna, del Camarón o de Ravi Shankar.
¿Qué me importa a mí si la mujer que nada más rápido es de Huesca o de Andorra? ¿Qué gano yo partiéndome los ojos escudriñando las banderitas de las listas de maratonianos a ver sí hay algún nombre precedido de los colores rojo y gualda?

1) El amigo Comentador de Ocaña y un servidor batimos el primer récord olímpico al generar 122 comentarios en Facebook acerca de las indumentarias de los desfiladores y de los propios comentarios del personal de TVE, que en un momento confundió Arabia con Palestina y soltó perlas como "un perfil bajo de medallas", "delegación diminuta pero muy contentos" o "uno de los deportistas del mundo mundial".

26.7.12

Productividad

Para apuntalar el famoso "por encima de nuestras posibilidades" se viene usando un concepto de apoyo que es el de la productividad.  Circulan por ahí varios chistes de Forges sobre funcionarios que no dan un palo al agua y una foto (¿real?) de quince albañiles mirando una zanja en la que uno solo está trabajando.  Incluso hay una expresión acuñada a tal efecto: "En España tres trabajan y uno mira". Y razones no faltan para pensar esto.  Todos hemos sido victimas de las desidia y la laborfobia de camareros, dependientas, administrativos públicos y privados, fontaneros y telefonistas.  
Pero hoy quiero traer la otra cara del asunto, la que no se ve, pero que es más importante que la que comentamos.
Esta tardenoche he estado cenando en un restaurante que es una franquicia de bocadillos.  Fui allí para evitar la chiquillería de otra franquicia de hamburguesas que empieza por M.  Había poca gente y albergaba la esperanza de que me sirvieran pronto.  Mi gozo en un pozo.  La muchacha estaba sola haciendo bocadillos, friendo patatas, cobrando, rellenando bolsas para llevar y vasos enormes de bebidas refrescantes gaseosas. Era muy simpática y sonreía todo el tiempo, a pesar del estrés al que estaba sometida.  Al hacer mi pedido ya me anunció que no me lo serviría porque no le habían traído no sé qué tipo de queso.  Pedí otra cosa.  Tardó bastante en prepararlo, lo que no me extrañó al ver cómo se le acumulaba la gente en el mostrador.  Cuando me llamó para recogerlo que dijo que tampoco tenían la bebida que había pedido, así que me tomé otra.
En resumidas cuentas, la ineficacia que se detectaba en el servicio de este establecimiento no procedía de la trabajadora.  Todo lo contrario.  Ella estaba solventando la ineficacia de otros, que no le proporcionaban una compañera/-o para atender al público y que no proveían de productos en tiempo y forma.
La dependienta me ha recordado mucho a las camareras japonesas, trabajando incansables con una sonrisa en la cara.  La diferencia es que allí el empresario sí es eficaz y hace lo que tenga que hacer para que todo vaya bien.  
Así que les pido a los jefes que cuando exijan a los trabajadores corrección, compostura, compromiso, cordialidad, puntualidad, eficiencia... productividad, se miren primero al espejo.

La verdad

No es la primera vez que lo oigo ni la primera que lo veo: en tiempos de crisis el teatro (que es especialista en sufrirlas) renace de sus propias cenizas.  Cuando a la gente le flojean los ingresos, para una vez que sale, no quiere ir a ver manipulaciones digitales, rostros consabidos o grabaciones visuales o auditivas por mucho que exploten, salten o revienten.
El público busca la verdad, aunque valga un poco más.  Por eso los conciertos de música pop, rock, rave, hip-hop, clásica o flamenco están a reventar. Y por eso también esta noche el patio de la agrupación de cofradías de Málaga estaba lleno de personas de distintas edades, aspecto y procedencia.  Todos buscaban la calidad, la cercanía y autenticidad de un clásico. Más vale lo bueno conocido que lo malo por conocer.
Lope nunca defrauda. El perro del hortelano es una urdimbre de celos, odios, amores y devaneos de la voluntad que causaría más de un dolor de cabeza al mismísimo Freud.  Además está tejido con el verso exacto pero cálido, ingenioso y fluido que tan bien se le daban al Fénix de los ingenios.  De esta manera el área de Broca (que es donde funciona principalmente el lenguaje en el cerebro) se masajea y uno siente que no lo están tomando por tonto, sino por catador de palabras.  Sumen a esto las espléndidas interpretaciones de los actores y actrices de Pata Teatro y el patio de época que sirve de escenario (y que les presento en la foto que hice antes de empezar la obra) y tendrán la seguridad de que no ha desperdiciado su dinero en absoluto.
Así pues, si están por Málaga o alrededores, no lo duden y vayan a disfrutar de un espectáculo del que saldrán hablando maravillas, como yo hago esta noche, mientras resuenan aún los requiebros y desplantes de Diana y Teodoro.
Aquí les dejo un enlace para conseguir las entradas:
http://www.juntadeandalucia.es/cultura/teatrocanovas/php/espectaculo.php?idSesion=1018

Patio /escenario en el que se desarrolla El perro del hortelano de Pata Teatro.
Parte del atrezzo.

25.7.12

47 vueltas al sol...

...llevo dadas y encima la Tierra también girando sobre sí misma, con nosotros pegados a ella y la Luna y las constelaciones dando más y más vueltas sobre nosotros y los planetas, urdiendo su desconcertante pero medida danza de pasos adelante y atrás... ¿No es para que uno esté mareado?
Para rematar este cumpleaños en el que tantos se han acordado y e-acordado de mí, traigo aquí un poema de A estas alturas que viene que ni pintado.
Gracias a todos y todas (y al señor Zuckerberg por colocar esos avisos en Facebook) por no olvidar a este poeta alopécico y para más inri funcionario.



CUMPLEAÑOS


Un buen día lo precipitan a uno
desde no se sabe qué insondable altura
como a un saco lleno de sorpresas
y ese momento es ya una marca
en la falsa lista de los amaneceres.

Llegado ese momento  se cae
en la cuenta de que cada segundo
es como la bisagra
de la que sólo conocemos
una hoja o mejor
o peor aún, si me apuran,
que todos los minutos
son una broma tersa, brillante y resbaladiza
como este cuchillo de acero inocente
que divide el corazón de la tarta.

Sólo se piensa para atrás,
porque hacia adelante
en la parte de los dedos que señalan
la correcta dirección de nuestros pasos
no valen las nostalgias de talón,
que miren ustedes
por dónde murió aquel héroe.

Y uno ya está soplando
y es un céfiro de barraca de feria,
pues estas velas no mueven navío
ni buscan otro puerto que apagarse.

Y luego hacia los vasos,
como hacia la salida
y a través de sus cristales,
cuando se apuran los últimos sorbos
son tan feos los invitados,
que uno coge y escupe dentro
y simula un golpe de tos.

Pero al no verse luz alguna,
uno recuerda o inventa
que sólo se sale de donde
previamente se ha entrado
y que acaso no sea uno
ese saco de sorpresas
que los dioses tiraron a la tierra.
A lo más, la cuerda que lo ata
y de la que se vale el tiempo
para tirar con saña de las cosas
que ocurren o suceden.

23.7.12

Que nos separan de Francia

Recuerdo aquellos años del tardofranquismo (porque mira que tardó en desaparecer), cuando aprendíamos la geografía de España con una especie de soniquete o medio rap. Al llegar al norte decíamos a coro los españolitos: "...y los montes Pirineos que nos separan de Francia".
Los Pirineos (como Despeñaperros para los andaluces, la gran muralla para los chinos o las Termópilas para los griegos) eran una frontera mental, es decir, una separación, no un punto de contacto. Importaban más los picos que los puertos. Al otro lado había quesos malolientes, perfumes caros, películas prohibidas, gente estirada comiendo cruasanes y, lo peor de todo, libertad, igualdad, fraternidad... y democracia, esa cosa republicana y chusmera, fruto de la conspiración judeomasónica y el contubernio de Munich.
En estos días arde el Pirineo y se me antoja un símbolo o una premonición de lo que está pasando en la economía.  Las llamas están volviendo a separar a España de Europa.  Es como si el mapa de la Península fuera un recortable troquelado y ya solo faltara dar un pequeño tirón, nada, apenas un descuido y España volverá a ser libre, pequeña y apenas una.

22.7.12

Tierra de conejos

Dicen los medios que los conejos están invadiendo España. No creo que sea justo llamarlo invasión, sino (como aquella otra de los cristianos medievales) reconquista.
La palabra España proviene de la latina Hispania, la cual, a su vez deriva de i-spn-ya, voz fenicia y cartaginesa que viene a querer decir "tierra abundante en conejos". En las monedas romanas se llamaba a esta provincia del imperio la "cuniculosa" o "conejil" o "conejera".
Así que ellos (y ellas) llegaron primero y ahora que los mamíferos homínidos que la habitamos estamos a punto de desaparecer como unidad de destino en lo universal, vienen a por lo que es suyo.
Desde sus madrigueras, mientras roen zanahorias o los restos de la prensa económica, nos observarán con su aguda vista trasponer los Pirineos cabizbajos o zambullirnos en las hercúleas aguas del Estrecho de Gibraltar.
Y ellos se quedarán y lucharán por su tierra contra los conejos franceses, como lo hicimos nosotros, y pondrán bares de conejos que no cerrarán hasta las tantas y gritarán a los vecinos y los envidiarán y defraudarán a la cuniculosa hacienda y torearán musarañas y protestarán contra los políticos y contra el calor y contra el frío y contra las alineaciones de fútbol e hipotecarán muchas madrigueras sin garantías y vendrán los grandes conejos del norte a rescatarlos y saldrán del país... Y una horda de escolopendras o de estorninos ocuparán su lugar durante otros tres o cuatro millones de años.

NOTA: este último párrafo me ha salido demasiado polisindético.

21.7.12

Más allá del mal

El malo de Batman
Un hombre muy malo vestido de "el malo" ha entrado en un cine y ha matado a personas inocentes a sangre fría. He ahí el mal en estado puro, pero ¿qué hay detrás de este suceso?
Para empezar no me resisto a traer aquí las palabras del gran Wilde: "La vida imita al arte mucho más de lo que el arte imita a la vida".
Por otro lado hay unas leyes permisivas para la compra y uso de armas de fuego.  No les caliento la cabeza con este tema, que ya lo hizo magníficamente el orondo Michael Moore y le dieron un Óscar y todo.
Luego está el imaginario del bien y del mal, esa antítesis perniciosa y simplista que obliga al personal a decantarse de un lado o de otro.  Por suerte, la gran mayoría opta por lo primero y las muchas minorías (marginados sociales, psíquicos, anímicos, políticos, intelectuales) por lo segundo.  Lo malo de este mal minoritario es que la ética no es democrática ni estadística, es decir, que no ganan los que son más.  A veces, como en esta ocasión, el mal coge unas cuantas armas automáticas y vence, temporalmente, pero vence.  Poco importa que muchos sean buenos.  Una gota de veneno cierra un pozo.
Otro aspecto de este asunto es el uso del mal para justificar el bien, aunque el mal no lo sea tanto ni el bien tampoco.  A lo largo de la historia hemos sido testigos de demonizaciones flagrantes.  Napoleón fue presentado como un enano ególatra advenedizo por las potencias europeas, a las que no les interesaba el avance del poder francés ni de las ideas democráticas y civiles que el corso esparcía por Europa. ¿Hay que recordar otra vez que su hermano abolió la Inquisición en España?
Y por último está el tema del mal reversible.  Sadam Hussein fue un ejemplo cristalino. Primero fue nuestro amigo cuando el mal era Jomeini y al poco tiempo pasó a ocupar su lugar con las famosas y recónditas armas de destrucción masiva. Y no hablemos de las jaimas de Gadafi en Madrid o del malvado Chávez, que luego no lo fue y luego ya veremos (¡Ah, las hemerotecas, ese rastro del tiempo en el papel!). Y así sucesivamente pasó y pasa con los funcionarios, con los políticos, con las autonomías, con los sindicatos, con el gobierno y con las suegras.
Es posible que los brokers que manejan las cotizaciones de las primas de riesgo sean el mal escondido tras un ordenador y una corbata.  Es probable que los bancos, a los que tanto odiamos y tanto debemos, sean el mal oculto en un bosque de letra pequeña.  Pero detrás de este mal hay, como en el caso del malo de Batman, una legislación, una ideología, una manera de ver y entender el mundo que está enraizada en todos nosotros y que deberíamos analizar, radiografiar y extirpar si se tercia.
Por supuesto que nada de lo que he dicho debería suponer un obstáculo para que la ley agarre a los malos más evidentes y los enchirone hasta que se aclare la esencia del mal. Y si la ley no puede, se cambia la ley, que para eso decapitaron a Luis XVI los malos/buenos en 1789.

20.7.12

Vídeo-haiku recuperado

Entre los movimientos empresariales de la red hubo un momento en que Google compró YouTube.  Pues bien, tenía yo unos cuantos trabajillos en Google Vídeos y hace poco los traspasaron a mi canal de YouTube (Monte Coronado), de modo que recuperé este vídeo-haiku basado en un poema de Múltiplos de uno.  Estaba tan olvidado que de hecho solo tiene una visita, la que acabo de hacer para copiar este enlace que coloco a continuación:





http://www.youtube.com/watch?v=IQEm77qsz50&list=UUJaKN7Qd26OhW4XnCJrgNnw&index=3&feature=plcp

Tarjeta de visita

El título de esta entrada no es ninguna metáfora ingeniosa para soltarles un discurso sobre el zen, los recortes o la poesía minimalista.  No, es que me he hecho una tarjeta de visita.
Sé que suena presuntuoso y anacrónico o que me he metido a representante de libros de texto o algo peor, pero la cosa tiene su aquel.  En Japón es muy común que mucha gente, profesores incluidos, acudan a congresos y seminarios con varios ejemplares de la suya. La tarjeta dice mucho en lo que está escrito en ella, en la forma y en el modo en que se da y se recibe. Debe estar limpia, sin dobleces y se entrega asiéndola con las dos manos, que es como también se debe aceptar, reverencia incluida. El receptor no debe guardarla inmediatamente porque se considera una falta de respeto.  Hay que echarle un vistazo y hacer algún pequeño comentario sobre el diseño o el tipo de letra.  Las tarjetas no se guardan en los bolsillos o en las carteras, sino en los tarjeteros, que allí venden en cualquier supermercado de 24 horas (convini) como 7-Eleven, aunque también existen tarjeteros más sofisticados en tiendas especializadas.
Cuando acudo a alguna reunión de profesores en Japón quedo como una especie de profesor/turista salvaje y ácrata que va por ahí presentándose de forma meramente oral y en un japonés paupérrimo.
El diseño lo he realizado uniendo el Monte Coronado de Málaga y el Fuji de Japón.  A los lectores asiduos del blog no tengo que explicarles nada sobre esta cordillera simbólica y fantástica.
Como profesión he puesto profesor y escritor, aunque hasta que el señor Montoro no diga lo contrario, la primera es la que me da más de comer.
La elaboración ha corrido a cargo de Iván García Rojas, cuyos servicios recomiendo a todo el mundo.


19.7.12

Motivación 1.0

Todavía en medio de la lectura del libro de Daniel H. Pink que comenté en la entrada titulada "Motivación 2.0", nos sorprende el señor Wert, a la sazón ministro del ramo de la cosa de la educación, con esta idea: si ponemos más exámenes, los alumnos estudiarán más. Y así, tan panchamente, pasamos (retrocedemos) del palo y la zanahoria (motivación 2.0) al palo a secas (motivación 1.0).
Olvídense de premios, becas, adaptaciones curriculares, compensaciones por razón de marginación social o por circunstancias personales psíquicas o físicas.  Nada de motivación 3.0, de motivación indirecta, de darle vueltas al problema para buscar soluciones novedosas, alternativas y demás zarandajas que se desprenden de los experimentos de la vanguardia de la sociopsicología norteamericana y europea. A hincar los codos y a callar, como toda la vida de Dios.
En toda mi vida docente nadie me ha podido demostrar de ninguna manera que hacer más exámenes  redunde en un mayor rendimiento intelectual.  La calidad se podría alcanzar en la renovación de las metodologías y los materiales, en la revisión de contenidos periclitados, en el descenso de la ratio... Pero estas medidas chocan de frente con nuestros bolsillos y nuestra inercia academicista dieciochesca.
Así que ya saben, para conseguir más de algo o de alguien la solución es simple: pídalo más veces.  Si el caballo no salta el obstáculo, póngale más obstáculos y más altos.  Verá como le crecen alas y hasta con un poco de suerte se convierte en una constelación.


18.7.12

Un lugar extraño

No voy a hablarles de las geishas de Kioto, ni de los niños de la India, ni de los jaredíes ultraortodoxos del barrio Mea Shearim de Jerusalén.  Quiero contarles simplemente que antes de acostarme el azar me ha colocado delante de un programa de televisión de Canal Sur que se titula así, Un lugar extraño, y que trata sobre la visión que extranjeros de los cinco continentes que viven en Andalucía tienen sobre los autóctonos.
He sacado algunas conclusiones:
1.- Que, a pesar de muchos puntos en común, hay puntos de vista divergentes dependiendo del origen y del lugar en el que viva cada uno de ellos.  Por ejemplo, hablando de los vecinos unos consideran que los andaluces son muy abiertos y amigables y otros nos consideran cerrados y fríos.
2.- Que personas de países supuestamente cercanos geográfica (Argelia, Italia, Marruecos...) o culturalmente (México, Honduras, Venezuela...) perciben muchas más diferencias de las que nos imaginamos, sobre todo en el asunto de la privacidad y del respeto hacia los mayores. Otro ejemplo: a un mexicano le resulta extrañísimo que el andaluz enseña la casa completa a un invitado la primera vez que la visita.  No digamos a un sueco o una finlandesa.
3.- Me ha resultado curiosa la opinión de un alemán al que le sorprende que los andaluces se pongan en cola para coger el autobús.  En Alemania la gente se pone como sea e intenta entrar el primero.  Yo he sido testigo de ese fenómeno, pero debo matizar que en esas bullas nórdicas se arman menos peleas que en estas colas meridionales.
4.- Algunas de las reflexiones que han hecho los entrevistados podían ampliarse al resto del territorio español.
5.- Y casi todos han destacado la amabilidad, la simpatía y la superficialidad en la relaciones personales con los andaluces.

17.7.12

Motivación 2.0

Coincidiendo con el recorte de sueldos, estoy leyendo un e-book (en inglés que es más barato) de Daniel H. Pink que trata precisamente sobre la motivación, sobre qué nos mueve a hacer lo que hacemos.  Si siguen reduciendo nuestros sueldos se va a poner a prueba la tesis que sostiene este señor, colaborador del New York Times y la Harvard Bussines Review.
El meollo del asunto es el siguiente.  Se supone que los seres humanos nos movemos por una serie muy reducida de intereses, acicates o razones.  El arcipreste de Hita ya las resumió citando a Aristóteles:

             Aristóteles dijo, y es cosa verdadera,
         que el hombre por dos cosas trabaja: la primera,
         por el sustentamiento, y la segunda era
         por haber yuntamiento con fembra placentera.

Luego vino Freud, se fumó un par de pipas y ratificó sobre todo la segunda "cosa".  El pueblo llano, el sentido común y otros grandes pensadores dieron en hacer afirmaciones del mismo jaez.  Es lo que Pink y otros llaman la motivación 2.0.
Pues bien, desde hace un par de décadas los investigadores de las ciencias sociales están realizando experimentos que apuntan hacia la existencia de una motivación 2.1 o 3.0.  El primero de ellos fue una especie de acertijo inútil que les pusieron a unos monos, los cuales lo realizaban insistentemente sin recibir ni un cacahuete a cambio. Luego se hicieron otros con simios más evolucionados, como el homo sapiens sapiens, y se obtuvieron iguales resultados.  De dos grupos de especímenes (unos pagados para hacer puzzles y otros no) los no pagadas tenían mejor rendimiento que los pagados. Moraleja: ni los palos ni las zanahorias aseguran que nadie se vaya a poner a hacer lo que queramos que haga. O en otras palabras: la gente hace lo que quiere o lo que le gusta, más que aquello por lo que se le paga.
Esto es un concepto vital en el mundo laboral, comercial y publicitario. 
En mi trabajo soy testigo de la impotencia de muchos padres que repiten el mantra: "Ya no sé qué hacer con mi hijo/-a, ni que le quite la plei, ni que le compre otra plei, ni que lo deje sin salir... nada, que no quiere estudiar y de ahí no lo saca nadie.  Amargada me tiene".
Cabe preguntarse cuántas actividades realizamos sin esperar nada a cambio, sólo por el placer de hacerlas: reímos, cantamos, ayudamos a cruzar calles, damos la hora, tocamos la guitarra eléctrica, damos las mismas clases por cada vez menos dinero, escribimos blogs...
¿Estarán experimentando los altos jerarcas del neoliberalismo con la vocación de las personas? ¿Andarán estirando el chicle de la paciencia, sabedores de que muchos están haciendo lo que quieren y que no les importaría, incluso, pagar por hacerlo?


16.7.12

Posibilidades

Cualquier mentira repetida conveniente y/o sistemáticamente llega a convertirse en verdad. Ahí están el sentido común, el machismo o las armas de destrucción masiva.
Entierro de trabajador público
fallecido en Afganistán.
Ahora se repite una falacia que quiero analizar: "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades". 
No negaré que hay personas e instituciones que lo han hecho.  
Veamos algunos ejemplos. En los buenos tiempos de las burbujas, los parterres y rotondas municipales, las promociones inmobiliarias, la especulación desenfrenada, las expos y el crédito alegre, iba yo en mi viejo coche de segunda mano a comprar y me encontraba a, literalmente, cualquier obrero no cualificado con el carro lleno de PSPs, teles de plasma y yacusis de dos por dos.  Ese albañil (por ejemplo) sí vivía por encima de sus posibilidades porque un señor encorbatado, que también vivía por encima de sus posibilidades, se estaba embolsando una comisión por prestarle dinero sin más garantía que un palustre.  
El Ayuntamiento de Villatripas (por hacer un homenaje al crucificado Javier Krahe) también gastó por encima de sus posibles. El alcalde levantó tres polideportivos y una piscina olímpica en un secarral para asegurarse el voto de sus paisanos.  Muchos políticos (no todos, no incurramos en generalizaciones que se acercan peligrosamente a no sé qué que no es la democracia) no daban un palo al agua y vivían por encima de sus posibilidades, deglutiendo gratis canapés de caviar, viajando en bisnes y con escolta, etc.
Y no traigo aquí el caso de la ostentación de banqueros, jetseteros, famosillos, baronesas y demás, porque raya en el perogrullo y no quiero insultar su inteligencia (la de ustedes, queridos lectores y lectoras).
Pero había una inmensa masa de currantes (licenciados, interinos, administrativos, capitanes, laborales, bomberos, sargentos, maestros, becarios, doctores, policías, enfermeros, bedeles, beneméritos, barrenderos...) que trabajaban para el público en general (sí trabajaban, a pesar de los chistes de Forges) y que estaban aguantando día sí día no la sorna y el desprecio de muchos de los que vivían por encima de sus posibilidades. Algunos se jugaban el tipo entrando en edificios en llamas, en cárceles amotinadas o en trincheras infestadas de escorpiones en Afganistán, otros se jugaban la dignidad recogiendo excrementos caninos o soportando faltas de respeto en el aula.
Pero los buenos tiempos acabaron, llegaron los malos y los gobiernos decidieron que las nuevas imposibilidades las iban a pagar aquellos cuyos sueldos estaban más a la mano. 
Y ya está. Eso es todo.  Ahora solo se trata de repetir el estribillo hasta que todo el mundo se lo aprenda, como la canción del verano: la barbacoa, un rayo de sol, aserejé, bimbó, las manos hacia arriba, etc.
Y esta canción espantosa no se puede bajar gratis para usarla como politono.  Esta la estamos pagando todos, los que vivieron y los que no vivieron por encima de sus posibilidades, los unos en sus sueldos y horarios y los otros, el día que llamen a una ambulancia y llegue demasiado tarde porque se ha recortado el presupuesto de gasolina.

14.7.12

La brigada negra del Titanic

Oigo en la radio que cuando el Titanic se hundía, además de los famosos músicos que no pararon de tocar, había un grupo de trabajadores en las calderas que murieron allí acarreando paladas de negro combustible.  Lo hicieron porque había que mantener el suministro eléctrico del barco el mayor tiempo posible para que el pasaje pudiera salir hacia los botes y para que el capitán pudiera seguir mandando mensajes de socorro.  Se los conocía como la "brigada negra".
Cambien Titanic por España y carboneros por trabajadores (públicos o privados) y pensionistas y ya está: pocas palabras bastan.
--Que no cunda el pánico, que suene la música: los banqueros, asesores y consejeros, primero.
--Por cierto, ¿dónde está el capitán?
--Viendo un partido de fútbol en Polonia o Ucrania, depende.
--Avante a toda máquina y más allá de nuestras posibilidades. ¡Más carbón, que traigan más carbón de Asturias y León!


Perfectas imperfecciones

La imperfección es lo que tiene, que es muy difícil de criticar. El más mínimo desconchón en una impoluta fachada la devalúa, el más mínimo ripio en un soneto serio se lo carga.  Pero cuando al escenario se suben artistas que propugnan, defienden y enarbolan la imperfección, entonces solo hay dos opciones: o lo tomas o lo dejas, como las lentejas.
Anoche se juntaron en el auditorio del Parque de la Paloma de Benalmádena dos propuestas imperfectas.
Cortaron la cinta (lo del romper el hielo lo dejo para los camareros) Boleros Imperfectos y ya en el primer tema a Eduardo se le olvidó conectar la guitarra.  No estaba preparado, pero lo pareció.  El concierto que dieron fue magnífico.  Algo tendrán cuando muchos ya los hemos visto seis o siete veces y seguimos riéndonos igual que la primera vez.  El público neófito también salió encantado con el concejal de cultura que quería ser de urbanismo, con la impotencia prepotente del gigoló depauperado Máximo Placer, con el fugaz orgasmo del urogallo, con la metamorfosis hispanoargentina del doctor Luciardi y con la pareja jipi que, una vez urbanizada, sigue añorando los coitos campestres y urticantes.
Luego vino el cabeza de cartel, Pablo Carbonell.  En mis tiempos mozos fui gran seguidor de este histriónico (en el buen sentido de la palabra) cantante y su memorable grupo (Los toreros muertos). Más tarde lo seguí como reportero dicharachero y como director de cine atunero. No defraudó en absoluto. Provisto de tan solo una guitarra (que tocaba a duras penas), de una voz potente y deliberadamente anárquica, de una gran profesionalidad actoral y de una letras entre dadaístas, surrealistas e irreverentes y vestido con un mono de vendedor de butano, enganchó al público y no lo soltó en ningún momento.  Tuvo el detalle además de cantar el himno de los bebedores de cerveza de los ochenta, "Mi agüita amarilla", que todos coreamos entre nostálgicos y patéticos, mientras nos tomábamos la pastilla de la tensión o los triglicéridos.
Como Eduardo me invitó a ayudar en las pruebas de sonido, fui de grupi con Rocío y asistí a los prolegómenos y a los postlegómenos.  Aquí pongo algunas fotos al respecto.




Leslie como "El urogallo precoz".




Pablo y Eduardo probando sonido y cartelería respectivamente.

Enrique, Pablo y Eduardo ya a las tantas, sin haber cenado ni nada.

10.7.12

Miniflashback urbano

Esta tarde en medio de un atasco ha coincidido que mi coche se ha detenido junto al alcorque de una palmera. Aburrido por el calor asfixiante del noroeste (terral), miré hacia abajo y vi algunos objetos polvorientos a los que no presté mucha atención. Como el semáforo no acababa de refrescarnos poniéndose en verde, volví a mirarlos. Entonces me di cuenta de que se trataba de unas casetes.
Lo primero que me vinieron a la cabeza fueron los cruces de carreteras de Afganistán, en los que los talibanes requisaban cintas de Michael Jackson y de Madonna y hacían como esculturas arbóreas con el delgado hilo negro del pop demoníaco norteamericano.
Antes de partir me dio tiempo a hacer esta foto.

8.7.12

Equilibristas

Todos somos equilibristas.
Nos admira el valor de esas personas que cruzan cataratas, valles o entre rascacielos, sobre un monociclo o calzados apenas con unas tenues zapatillas de ballet, pero cada día andamos todos en parecidas circunstancias.
A un lado acecha el abismo del descontento, la ira y la indignación.  Dice hoy Sampedro que tendríamos que indignarnos mil veces más ante la desvergüenza de unos pocos. Razones no faltan, ni argumentos, ni ganas tampoco.
Al otro lado nos espera el abismo de la felicidad, del individualismo, de la egoautoayuda, del sálvese quien pueda, de la huida hacia dentro, hacia fuera, hacia el arte, hacia Samarcanda, hacia el pasado, hacia los chiringuitos con cañizos, hacia sustancias psicoactivas o narcotizantes, hacia el amor... hacia cualquier cosa que nos haga sentirnos bien a nosotros solos.
Y así pasamos los días y las noches, moviendo la pértiga de un lado a otro como mejor podemos y sabemos.
Para asentarnos más cargamos los dos lados alternativamente con más lastre. Si nos apuntamos a más revoluciones, compensamos con más tinto de verano.  Si vemos más telediarios, si leemos más blogs incendiarios, más periódicos tendenciosos; plantamos una tomatera o nos damos una vuelta por el paseo marítimo. Si pasamos junto a un banco, procuramos a continuación sentarnos en otro de un parque a ver niños riendo en columpios y toboganes.  Si firmamos más manifiestos, luego vemos una película de Julia Roberts.
Lo malo es que de tanto lastrar, la pértiga acabe partiéndose y nos veamos solos y sin asideros en la cuerda floja.  Quizás optemos entonces por hacernos más livianos y pasemos de salvarnos y de salvar al mundo y nos dediquemos a ser, sin más, disfrutando del riesgo, del cielo azul, de los pájaros que vuelan bajo nuestros pies, de la caída misma si se tercia.

NOTA: Perdonen por el tono excesivamente alegórico. A lo mejor otro día hago una exégesis de esta entrada.


2.7.12

Sobre la euforia

Dice los etimologistas que "euforia" es voz de origen griego que significa "soportar" (pherein) "bien" (eu).  Toda una sarta de casualidades o serendipias.
Resulta que Grecia, la madre espiritual e intelectual de Europa, está provocando la destrucción de su propia hija (como Cronos cuando se zampaba a su prole). En medio de esta vorágine en la que Europa a su vez ya está devorando sus propios tentáculos, llega este evento de un deporte inventado por los ingleses (quienes nunca se han considerado estrictamente europeos) y España se lleva el santo Grial o Copa en medio de un desastre económico, moral, estructural, financiero, minero, sanitario y educativo, que también tiene nombre griego, crisis.
Entonces España entera abraza la euforia, es decir, se agarra a una bandera ardiendo para soportar lo mejor posible la que está cayendo.  Y ya es la apoteosis (voz griega) de la paradoja (voz griega): yo soy español/-a, léase, yo soy pobre, me roban los bancos, me ningunean los mercados, me recortan el sueldo para pagarles a los bancos que antes me habían robado, me odian las primas, me birlan recetas, me abaratan el despido, pero yo soy español/-a (...) con todas su consecuencias.
No hay que olvidar también que la euforia puede ser síntoma de comportamientos bipolares y que la gente que ayer sacó a la plaza una tele de plasma, mañana lo mismo incurre en depresión o monta en ira, ese caballo que se desboca con extrema facilidad.
Una última reflexión: he leído por ahí que la euforia puede ser un síntoma de hipoxia (voz griega), o falta de oxígeno, que, como el dinero, es el responsable de repartir la vida por el organismo.

1.7.12

Presente imperfecto

Henos aquí, entre la memoria y la esperanza, que es como decir entre el ayer y mañana, amenazados por el olvido y el casandrismo, por los nostálgicos, los apocalípticos, las memorias en cinco tomos y los futurólogos telefónicos. Nunca sabremos quién le dio la última puñalada a César o si Shakespeare era analfabeto. Ignoramos también quién marcará el último gol esta noche o qué número tocará en los ciegos de algún día de marzo de dentro de veinte años. Y sobre el presente, qué añadir a los versos del maestro Manrique, hijo del maestre:

       Pues si vemos lo presente 
       como en un punto se es ido 
       y acabado...

¿Qué nos queda pues sino aspirar hondo, mirar por las ventanas, saborear caramelos, ducharnos sin prisa, canturrear en los atascos, acariciar manos, esperar, luchar, beber agua de los botijos del verano, perder, ganar, empatar, no claudicar, untar bien la mantequilla, inspirar, hacer crucigramas, no hacer promesas, espirar, tal vez dormir, "sin esperanza, con convencimiento" (Ángel González)...?

Como decía aquella vieja canción de mis años hirsutos
  
      No sé si estoy en lo cierto. 
      Lo cierto es que estoy aquí. 
      Otros por menos han muerto: 
      maneras de vivir.

No esperen ninguna moraleja. Las moralejas son apéndices infantiles, como las coletas o los mocos, que, se supone, sirven para sobrevivir o sobrellevar el futuro, esa región ignota, invisible, inodora e insípida, sobre la que planean enormes cisnes negros.

NOTA PEDANTE GRAMATICAL: Los imperfectos son aquellos tiempos verbales pasados o futuros que no han acabado, que no son perfectos (in + perfectus), como algunas esculturas de Miguel Ángel o ciertos boleros.